martes, 5 de febrero de 2008

DALIA

"Las Dalias proceden de centroamérica, de donde llegaron como posible vegetal comestible, a bordo de uno de los barcos que unían las Indias con el Reino de España, en el siglo XVIII. Los botánicos que exploraban el Nuevo Mundo pensaron que, como tenía tallos subterráneos y carnosos, esta planta podría tener interés hortícola, como la patata.
El profesor Cabanilles, director del Real Jardín Botánico de Madrid por aquel entonces, pudo observar que los tubérculos plantados florecían espectacularmente, también observó su poco valor como alimento. Los bautizó con el nombre de Dahlia en honor a un discípulo de Linneo (padre de la moderna nomenclatura científica), llamado Dahl.
Estas plantas pronto fueron hibridadas y entraron a formar parte de los jardines europeos que las siguieron cultivando y ampliando en sus tipos y colores.
Una casi infinita gama de tonalidades cromáticas se encuentra a nuestra disposición con este tipo de plantas, excepto el color azul."*

Es decir, no estamos hablando de una planta bulbosa como el tulipán, el jacinto o el narciso, sino, de un tubérculo, la diferencia es que este último no contiene en su interior toda la planta (tallo, hojas y flor), sino, sólo las reservas nutritivas. A la derecha se puede ver una fotografía de un tubérculo de la dalia, naturalmente esta es la parte que permanece enterrada.
Pueden presentar diferentes formas según la especie a la que pertenezca.
Conviene seguir los siguientes cuidados:

Parte subterránea donde están las reservas de esta planta

Suelos: Que la tierra tenga un buen drenaje para no producir encharcamientos. Yo utilizo una mezcla de arena de río-mantillo-sustrato universal, en una proporción de 1-2-4, en volumen.
Plantación: Se plantan los tubérculos desde principios a finales de primavera. Como tienen una zona en la que se ven las raíces, ésta parte hacia abajo. La profundidad de plantación debe ser el doble de su tamaño y la distancia entre plantas variará desde 20 cm las mas pequeñas hasta 50 cm las que pasan del metro de altura.

Riegos: Procurar que el suelo esté siempre húmedo.

Abonos: Es necesario echar en el agua del riego un abono para plantas de flor, siguiendo las instrucciones del fabricante.

Floración y Temperatura: Son dos factores que van muy unidos y es por la siguiente razón: Esta planta puede florecer desde el principio del verano hasta casi finales del otoño, pero siempre que no haga mucho calor, porque si así fuera, la planta dejaría de producir flores y no volvería a tenerlas hasta que las temperaturas bajaran. Donde yo vivo, aunque se planten los tubérculos en primavera para que florezcan en verano, debido al calor estival, no lo hacen hasta que llega el otoño, cuando el termómetro baja, llegando incluso a florecer con temperaturas mínimas de 5 ºC.
Hay que cortar las flores marchitas para que salgan más.
Si la planta es de las que alcanzan el metro y medio, conviene quitar todos los brotes laterales, para que así crezca un tallo principal recto y grande, además, conviene poner tutores.

Iluminación: Prefieren siempre lugares soleados y protegidos del viento.

Cuidados Especiales: Cuando a finales del otoño los tallos y hojas se marchiten, se les corta la parte aérea, se les desentierra, se colocan en un lugar para que se sequen y luego los guardamos en un lugar oscuro, fresco y seco, para que pasen el invierno. Es conveniente antes de guardar los tubérculos, limpiarlos bien para que no quede tierra entre las "bolitas", sobretodo porque en esa tierra puede haber pequeñas lombrices, gusanos u orugas que luego se lo comerían.
Si empezaran a caer heladas, conviene desenterrar la planta esté como esté y dar por concluida la temporada, si no se hiciera así la planta podría morir como consecuencia del frío.

Multiplicación: Como se puede ver en la fotografía superior, si plantamos una "bolita", al cabo de una o varias temporadas, nos encontraremos que a su alrededor, han salido más "bolitas". Es decir para reproducir esta planta no tenemos que hacer nada, sólo esperar. Una vez que desenterremos el tubérculo es conveniente no tocar estas "bolitas" y separarlas cuando llegue la primavera con un cuchillo afilado, formarán plantas independientes. Naturalmente las de menor diámetro conviene dejarlas donde están y separarlas cuando tengan un mayor tamaño. Los pequeños tallos que se ven en el centro, se caen, con un pequeño empujón, cuando estén totalmente secos.

*texto extraído de "El Libro de Oro de las Plantas y los Jardines"

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